Un post que ya postien en mi blog personal, pero que es tan lindo, y necesario para justificar los otros videos que postiere por aquí
Desde hace unos años, cuando aprendí el poder de la cámara, y que ese arte es el que me da la comida, he intentado mirar el mundo de forma diferente. Quiero registrar el mundo tal y como lo veo todos los días. Me gusta ver películas y TV que se parezca a la vida real. Una ficción me hace pensar cómo lo hicieron, una escena real me hace pensar cómo sobrevivieron.
El video nos dio la oportunidad de quitarle eso de Luces, Grúa, asistentes, extras, cámara, acción!
Nos permitió grabar hasta una cagada, si señor. Nos permite llegar hasta las pecas, hasta la lagrima, hasta la cortada abierta, hasta el brillo en los ojos.
Hoy, que enciendo mi cámara y me puedo grabar los pies, o los gatos, o a mi padre, con la tranquilidad de la vida cotidiana, con el afán del muchacho loco que es artista, con la mirada de un profesional en la imagen, con la astucia del narrador que estuvo toda la vida en silencio, con las suerte de estar vivo, con las ganas de eternizar las bobadas que vivimos, con la visión de hacer de nuestras desesperanzas y escándalos una poesía larga y bella.
Hoy, les mostré a mi sobrino Juan José, hijo de mi Hermanita Juliana, quienes han comenzado un nuevo ciclo de la vida. Hoy, volvimos a emitir nuestras historias para que no las escuche nadie, para que sigamos excluidos, para que estemos de últimos, para que sigas pobres, para que sigamos, para que Juan José se entere cuando se tenga que enterar, que vale la pena seguir.
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