lunes, 4 de abril de 2011

atropellaron al señor que vende los aguacates en la 70




En medio de los carros, busque al señor de los aguacates, él que siempre está en esa esquina, para verle si chismoseaba algo, mientras vendía. No lo ví. Dieron paso, y logré llegar hasta semáforo, hasta el accidente, hasta el policía que movía su mano fuertemente, y mire para el suelo, a ver quién era el atropellado, y vi a el Don de los aguacates acostado en el pavimento oscuro.
De una pensé ir a parquear, y cuando aceleré, ya le habían dado el paso a los que venía por la 70.
"Por andar mirando lo que no le importa, vea! vea!" me dijo el de verde, el que agitaba la mano.

Volví a ver el señor tirado en el piso boca arriba, y la sangre que corría por el piso, y el bus blanco de la empresa Santra encima de la cebra, y los aguacates estripados. Me dieron ganas de llorar, de verás.
Sonaron las sirenas, veía el carro verde de los bomberos. Volvieron a dar paso, y dejé la moto rápidamente en una parqueadero de los trabajadores de la obra (aún) del estadio, y saqué la cámara. A lo lejos, vi el mismo bombero que pelea conmigo porque grabó los accidentes, y que por supuesto, salva muchas vidas.

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