sábado, 30 de enero de 2010
Antimilisonoro 2009
Con los pantalones abajo, y viéndole la nalga llena de talco al gay del colegio, nunca me imagine que existía la "objeción de conciencia". El bendito derecho a no cumplir con normas que te frente te impiden existir dignamente.
Cada años me paso por el parque, y me emociono sabiendo que hay un movimiento de resistencia que es se mantiene vigilado de cerca por todos los grupos, por vernos sospechosos, por creernos poco hombres al no querer ser héroes de la guerra. Pero ya hay conocimiento de la leyes, hay información en algún lado, y de pronto de encuentras a un agente de la fuerza publica que entienda que si tienes ese derecho.
Me gusta el pogo. La hierba. La comida. La energía.
Hay que volver. Pero sobre todo, hay que tener conciencia, mínimo, de uno mismo, y después, de todo lo que implica ser ciudadano en un país en guerra.
Que viva el Antimilisonoro!!!! que en pleno 20 de Julio, celebrá 200 años de errores, de sofoco, de maltrato, de desigualdad. Celebramos para acordarnos que estamos hecho una mierda, pero tocá seguir buscándole la comba al palo, y lograr un campito para la felicidad.
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