lunes, 9 de febrero de 2009
Final del paseo a Urrao
Tres días intensos, pero llenos de historias, de familia y alegría.
Después de un chapuzón en el río helado, y unos frijoles riquísimos al almuerzo, esperamos el carro que venía a las 2pm.
Supuestamente nos íbamos a las 3. Tranquilos llegamos a “La San José”. Nos despedimos de mi tío y mi tía que se iban en su carro particular. Y no sentamos a esperar.
A las 3 larguito, nos paramos en la orillita de la carretera, y sin imaginarlo, vimos el carro de Sotraur (Putos!) pasar como si nada. “Nos dejaron” Pensamos todos.
Llamamos a la oficina de transportes, y resulta que la taquillera (estúpida!) nos había vendido un tiquete para el día anterior, a la mismita hora. Y nosotros nunca revisamos.
Enojadísimos todos, mandamos a mi hermanito a pelear. Suponemos que después de un agarrón grande, nos devolvieron la plata de los pasajes, y mi hermano corrió a contratar un carro que nos llevara directo a la casa.
Con mucho frío, y muy alterados, aguantamos estoicamente ahí sentados, hasta que llego mi hermano con el expreso.
Volveremos a Urrao un día cercano. Esa tierra es maravillosa.
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