Lo primero, hay que despertar tempranito.
Puebliar exige estar en carretera a primera hora.
Escogimos Santa Rosa de Osos, porque, porque, por el chocolate, la verdad sea dicha.
No sabíamos, ni recordábamos la carretera. Solo sabíamos porque punto cardinal de la ciudad se salía, y listo, arrancamos.
Lindo paisaje. Sabroso (segundo) desayuno. Tranquilo y frio pueblo. Muchas iglesias y santos en estatuas. Mucha ruana. Muchas caras coloradas.
Puebliar te regresa al útero, al paseo que alguna vez hiciste con tus padres, te recuerda la excursión de 11grado.
Puebliar sirve para la salud, y para la memoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario